Manifestación del primero de mayo en Tarragona

'Compañero mirón, únete al montón'

La manifestación del Primero de Mayo fue seguida en Tarragona por poco más de 400 personas. Las reivindicaciones para mejorar las condiciones laborales y salariales quedaron en un segundo plano. La gente aprovechó el día de fiesta para salir a tomar algo, pasear o acercarse a la playa.
por javier díaz plaza |

Los poco más de 400 'valientes' que ayer desafiaron al sol para marchar por la Rambla Nova de Tarragona reclamando mejoras laborales y salariales se abrían paso entre familias y parejas de enamorados, que también se habían echado a la calle... aunque no para corear consignas, sino para disfrutar del buen tiempo y pasear, aprovechando que no había que ir a trabajar.

Los transeúntes hacían 'el pasillo' a los manifestantes que, al grito de ' ¡visca el Primer de Maig, visca la classe treballadora! ', y con el estómago bien lleno tras zamparse un buen desayuno colectivo en el Parc de la Ciutat, se acercaban con paso firme al Balcó del Mediterrani. Los turistas echaban mano de sus cámaras de fotos para inmortalizar el momento, mientras los más astutos se asomaban al balcón de sus casas para no perderse ningún detalle. Como en una etapa de montaña del Tour de Francia.

La comitiva avanzaba despacio, calle arriba, mirando de reojo a aquellos que se limitaban a observar sin sumarse a la manifestación. «¡Compañero mirón, únete al montón!», le gritaban a un joven que estaba degustando tranquilamente un helado de fresa, sentado en un banco. Pero ni por esas. La gente estaba más preocupada por coger sitio en la terracita del bar que por echarle una mano a los 'compañeros' que se estaban dejando la voz entre cánticos y consignas.

La manifestación, organizada de manera conjunta por CCOO y UGT, estaba encabezada por representantes sindicales y (cómo no) también por algunos políticos que se dejaron ver por las primeras filas. Entre ellos, el alcalde Josep Félix Ballesteros (con su pegatina de UGT en el pecho) o el republicano Sergi de los Ríos, con un look un tanto informal, muy apropiado para este tipo de actos.

El buen tiempo acompañaba desde primera hora de la mañana, así que muchos decidieron ir a la manifestación en familia, con carrito de bebé y perro incluidos.

Los inmigrantes eran los más ruidosos y, sin duda, los que parecían tener las ideas más claras. Las banderas de Argentina, Colombia o Uruguay ondeaban al viento, mientras se podía leer en sus pancartas lemas como 'Los reagrupados queremos aportar al desarrollo, no a la crisis'. Su cántico más repetido fue 'se vive, se siente, Colombia está presente', en recuerdo de los 22 sindicalistas colombianos asesinados en lo que va de año.

'La Internacional', en el móvil

Los jóvenes, que por cierto eran muy pocos, se soltaron la melena canturreando canciones republicanas de la Guerra Civil, como ¡Ay Carmela! , pero la verdad es que nadie les siguió la corriente y la cosa se quedó en un tímido intento. Los más atrevidos, que presumían de llevar La Internacional como tono en su móvil, también se acordaron de la Casa Real al grito de 'queremos un piso como el del principito'. Su megáfono echaba humo. Eso sí, entre ellos destacaba uno bien vestido, con una camiseta de Armani. ¿Sería un infiltrado?


La comitiva se paró finalmente frente a la estatua de Roger de Llúria. Era el momento de leer el manifiesto y las reivindicaciones que daban sentido al Primero de Mayo. Tras un pequeño percance con la tarima de madera, que apunto estuvo de desmoronarse, los dos representantes sindicales, Jaume Pros -de CCOO- y Jordi Salvadó -de UGT-, se dirigieron a la masa desde el atril.

Los asistentes escuchaban atentamente sin prácticamente pestañear... aunque hubo más de uno que prefirió tumbarse en el césped para tomar un poco el sol. Eso sí, arremangándose la camiseta para no coger el temido 'moreno albañil'. Los más pequeños, mientras, se entretenían jugando con los globos que los sindicatos repartieron antes de la manifestación.

El acto se cerró, como es habitual, con La Internacional y Els Segadors . El Primero de Mayo había terminado y era la hora de ir a tomarse el vermouth en cualquier terracita de un bar. Hora de dejar aparcado el megáfono y unirse a esa 'otra juventud', a la que no le interesa para nada este tipo de actos y reivindicaciones, que a pocos metros de ahí se tostaba al sol en la playa del Miracle y se daba uno de los primeros chapuzones del año. En lugar de pancartas, llevaban balones de fútbol para emular al mismísimo Ronaldinho (no al de ahora, claro está).



http://www.diaridetarragona.com/dtgn/noticia.php?id=23962&sec=1




Es la primera entrada que escribo y es de prueba, por eso pongo esta notícia dónde habla de los jóvenes republicanos, entre los cuales estaba yo, y me ha hecho gracia ponerla, porque soy de Juventudes Socialistas de Cataluña.


Que disfruten de la noticia. Salud, por el socialismo y por Reus!